Cuando la suma de disciplinas cambia vidas

En el mundo de la salud, a veces se tiende a pensar en una única solución: un profesional que evalúa, prescribe y el paciente que cumple. Pero la realidad es que los problemas de movilidad, dolor crónico y bienestar emocional rara vez se solucionan desde un único ángulo. Lo que marca la diferencia es la multidisciplinariedad: la suma y coordinación de varias disciplinas trabajando hacia un mismo objetivo, algo que tenemos muy claro en Sigma Salut.

Un recorrido hacia la la mejora y el bienestar

Imagina a una persona con problemas de movilidad importantes desde hace años, que ha pasado por operaciones, ha convivido con dolor, limitaciones para moverse, y que ve cómo su vida se ha ido reduciendo. En este caso, un enfoque fragmentado —por ejemplo, solo hacer rehabilitación — puede mejorar algún aspecto, pero no aborda el conjunto. Cuando nutrición, activación muscular, entrenamiento adaptado y apoyo psicológico se combinan, aparece la posibilidad de un cambio profundo.

Este tipo de intervención integradora tiene dos objetivos principales: recuperar funcionalidad (la capacidad de moverse, de realizar las actividades cotidianas, de sentirse libre de ciertas restricciones), pero también, mejorar la confianza de la persona en su cuerpo, en su proceso, en su propia capacidad de cambio. En definitiva, una mejora de la calidad de vida de esta persona.

Componentes clave del enfoque integral en la salud

1. Tratamiento muscular y de movimiento. El cuerpo humano está hecho para moverse, y cuando la movilidad está comprometida (por bloqueo muscular, por falta de activación, por compensaciones anatómicas), se producen dolor, desgaste y limitación a largo plazo. El trabajo de activación neuromuscular ayuda a reeducar patrones, recuperar conciencia corporal, activar músculos que habían quedado dormidos o infravalorados.

2. Entrenamiento adaptado. Más allá de “hacer deporte” en el sentido tradicional, se trata de un entrenamiento basado en la biomecánica, que tenga en cuenta las limitaciones, la historia de la persona, su dolor, su energía, sus objetivos. Un plan que avance con realismo, sin intentar dar pasos gigantes desde el inicio, sino escalando poco a poco, consolidando. Esta progresión da resultados sostenibles.

3. Nutrición como aliado del proceso. La alimentación cumple un doble papel: por un lado, dar al cuerpo los nutrientes que necesita para recuperarse, adaptarse, generar tejido, mejorar rendimiento, etc. Por otro lado, modular la inflamación, la energía…. En muchas ocasiones, los avances en movilidad y fuerza se ven favorecidos sustancialmente cuando la nutrición está alineada al objetivo.

4. Apoyo psicológico y emocional. Lo decimos siempre: cuidar el cuerpo es imprescindible, pero olvidarnos de la mente es un error. Cuando has vivido dolor, limitación, operaciones y una vida reducida, tu relación con tu cuerpo, con el movimiento, con la salud puede estar marcada por miedos, frustración, resignación. Una intervención psicológica especializada permite acompañar esa parte invisible del cambio: alinear expectativas, afrontar recaídas, etc.

   
   

Por qué este enfoque transforma vidas

• Cohesión de objetivos: en este modelo, cada disciplina no trabaja “por su cuenta”, sino en colaboración con las otras, bajo un plan común. Esto evita contradicciones (por ejemplo: alimentación que no favorece movimiento, o entrenamiento que no respeta limitaciones) y favorece sinergias.

• Cambio real y sostenible: al abordar todos los frentes, la persona no solo mejora “un poquito” sino que empieza a recuperar libertad de movimiento, a hacer cosas que antes no podía, a reconectar con la vida que había reducido o descartado.

• Empoderamiento de la persona: no es solo que profesionales “hicieran algo por” la persona, sino que la persona se convierte en protagonista de su proceso. Entiende lo que está pasando, comprende por qué se trabaja de determinada manera, participa activamente. Esto genera adherencia, consistencia, sentido.

Una historia de transformación real

En Sigma Salut tenemos un ejemplo claro, que hemos podido ver en una entrevista interesantísima en nuestro podcast Sigma Talks: Gloria Marrugat. Gloria es una mujer con problemas de movilidad desde la infancia, múltiples intervenciones quirúrgicas, dolor crónico y una funcionalidad limitada. Se sentía dependiente de ayudas, evitaba actividades físicas, no se veía capaz de recuperarse. Sin embargo, des de Sigma Salut:

• Se introdujo activación neuromuscular: primero pequeños ejercicios de conciencia corporal, luego progresión a movimientos controlados.

• Se implementó un plan de entrenamiento adaptado: con un profesional que comprendía sus limitaciones, sus miedos, su ritmo, y que diseñó los pasos de mejora.

• Se acompañó su alimentación: asegurando que tenía el soporte necesario para recuperación, energía, reducción de inflamación.

• Se activó el canal psicológico: para trabajar la relación con su cuerpo, su historia, su visión de futuro, sus temores.

  
  

Al poco tiempo, su vida había dado un giro: mayor movilidad, menor dolor, más confianza, más capacidad para hacer actividades cotidianas que antes evitaba, mejor estado general. En consecuencia, no solo su cuerpo sino su mente y emoción se transformaron.

Hacia una salud con sentido

La salud entendida desde la fragmentación —cada profesional por su lado, cada disciplina sin integrarse— tiene muchas limitaciones. Cuando se adoptan la multidisciplinariedad y la personalización, los resultados pueden superar las expectativas.

Recuperar movilidad, aliviar dolor, reactivar el cuerpo, reconstruir la confianza, volver a la vida activa: todo ello es posible cuando se trabaja en equipo, con visión de conjunto, con implicación de la persona. No es una fórmula rápida ni simple, pero sí sostenida, humana y transformadora.

En un mundo donde el sedentarismo, la vida digital y el estrés crecen, volver a movernos, volver a sentirnos capaces, volver a confiar en nuestro cuerpo es un acto de salud profunda. Y para conseguirlo, la clave muchas veces no está en “una especialidad que lo solucione todo”, sino en la coordinación de varias especialidades, en la constancia, en la participación activa de la persona.

En Sigma Salut debemos apostar y apostamos por esto: por unir fuerzas, integrar disciplinas, y acompañar a cada persona como si su proceso fuera único (porque lo es). Así no solo recuperamos cuerpos, sino que devolvemos vidas.

Puedes conocer más sobre el caso de Glòria Marrugat y el trabajo de los profesionales de Sigma Salut viendo este episodio de Sigma Talks.