Consejos de un nutricionista
La inflamación crónica es un proceso que se da en el cuerpo como respuesta a agresiones externas, como pueden ser el estrés, la falta de sueño, una alimentación poco saludable o la falta de ejercicio físico. Si la inflamación se mantiene a largo plazo, puede estar detrás de enfermedades crónicas como la artritis, la diabetes o la enfermedad cardiovascular.
Pero, ¿sabías que el ayuno intermitente puede ser una herramienta útil para combatir la inflamación crónica? Esta práctica consiste en alternar periodos de alimentación con periodos de reposo intestinal. Existen diferentes formas de hacerlo, desde el método 16/8 (comer durante 8 horas al día y ayunar durante 16) hasta el ayuno de un día completo, o de más prolongación.
Ayuno intermitente para acabar con la inflamación
Se ha demostrado que el ayuno intermitente puede reducir la producción de citoquinas inflamatorias, las sustancias que el cuerpo libera en respuesta a la inflamación crónica. Por otro lado, el ayuno intermitente también puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de azúcar en sangre, lo que a su vez puede disminuir la inflamación crónica.
Sin embargo, el ayuno intermitente no es la única herramienta para combatir la inflamación crónica. Una alimentación rica en nutrientes, con un alto contenido en frutas y verduras, grasas saludables como el aceite de oliva o el aguacate y proteínas de calidad como el salmón o los huevos, también puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo.
Es importante recordar que el ayuno intermitente no es adecuado para todo el mundo. Si tienes algún problema de salud o estás tomando algún medicamento, debes consultar siempre con tu médico antes de empezar cualquier tipo de ayuno.
En resumen, la inflamación crónica puede convertirse en un problema importante a largo plazo, pero el ayuno intermitente y una alimentación saludable pueden ser herramientas útiles para combatirla.
Como experto, te recomiendo que, si quieres probar el ayuno intermitente, empieces poco a poco y escuches siempre a tu cuerpo.
